Perdieron su nombre entre fuego y acero
¡Oh, desdichado espíritu de bosque encantado!
Su cuerpo fue esculpido en la corteza de árbol
Antaño refugio del abrazo de la Madre raíz
Vaga ahora la huérfana sin rumbo ni rostro
Vaga ahora la huérfana sin rumbo ni rostro
Al impulso de delicadas ráfagas de viento
Propagando la voz ronca de la anciana tierra
Su aliento embriaga de dulces aromas traídos del olvido
Del antes de las chimeneas y los monstruos humeantes
Antes de que la mancha infecta maldijera al hombre
Enfermando cuerpos y enterrando el cielo y los astros