jueves, 9 de mayo de 2013

Como soy indecisa y no estoy acostumbrada a tener opiniones categóricas, empezaría este texto con un quizás o un tal vez, si tal vez sintiera que uso demasiado la primera opción. No lo sé. Me queda añorar los días negros por no ser consciente en aquel entonces de su negrura. Y añado, ahora que no es la hora del tiempo olvidado, que con duda pienso la noche, a ver si racionalizándola desaparece el dolor.

sábado, 4 de mayo de 2013

cada suspiro se precipita a la asfixia
dejaré de existir
en la verdad del loco
en la agonía del que espera

la noche es mentira:
no hay momento para
el reposo

solo el imposible parpadear
del muerto que duerme
el fin del sueño

jueves, 25 de abril de 2013

Despedida

Vuelves a la habitación redonda
[en la pared permanece mi firma]

La noche nos llora

domingo, 21 de abril de 2013

esta alegría mía tan pequeña y desnutrida que entristece.

viernes, 19 de abril de 2013


Abre la puerta de madera rota, rompiéndola aún más. Pero no importa: la Herida la observa desde el otro lado:
-¿Quién es? -Pregunta.
Y entonces lo vio: la imagen detallada del dolor ajeno. Es un monstruo o la monstruosidad en sí misma. Su cuerpo carece de miembros visibles; una masa informe de carne que ocupa casi todo el espacio disponible de la gris y pequeña habitación.
Lentamente, se acerca para ver mejor. Con gran repulsión, observa cómo de unos pequeños orificios de su cuerpo emana un líquido amarillo de aspecto putrefacto.
El monstruo-Herida aúlla como lobo en la noche su dolor a la luna dibujada en el techo. La escisión de su carne va agrandándose cuanto más se debate en el sufrimiento de su condición. Y ella que ha abierto la puerta de su guarida/prisión lo mira con horror, lo mira con dolor en el pecho, con tonalidades del llanto que cae adentro en espiral convulsa:
-Quiero ayudarte.
El monstruo-Herida le responde con voz a subsuelo, a raíces, esforzándose para que ella pueda oír sus palabras no acostumbradas a la superficie:
-Soy una Herida abierta. Hace mucho tiempo fui otra cosa, pero ya no recuerdo los días de luz. Hace mucho tiempo que me escondo en esta habitación. Los días de luz se han consumido, aquellos días de luz... Soy una Herida abierta; guardo temores tan grandes, tan inmensos, que sin ellos no existiría. No puedes sanarme. No puedo sanar. Ya no. Vinieron otros cómo tú y quisieron hacer lo mismo, apenados por mí. "Si me curas, desapareceré". Mi respuesta les hiere (las desgracias no son estériles); y siguen su camino llevándose consigo parte de un dolor compartido que se vuelve propio y pesado- Ella nota cómo el aliento se ahoga en cada palabra pronunciada- No puedo hablar más, la luna tendrá que esperar- El monstruo-Herida enmudece, y ella cree oír un llanto de hombre detrás de la puerta. Pero cuando regresa al otro lado, al pasillo de las mil puertas, el sonido se desvanece. Algo ha cambiado, algo se ha movido de lugar y todo parece nuevo, extraño. Ella comprende:
-Todos empiezan este camino vacíos, como yo. Ahora sé que no hay inocencia detrás de estas puertas; que cuando entre en una, saldré sin ser aquella que entró.

sábado, 13 de abril de 2013

Anoche se abrió el mundo
herido por mi sombra,
asustado por el eco
de los pasos
de la niña abandonada.

Qué más da haber muerto otra vez

lunes, 1 de abril de 2013

Había una pica que siempre goteaba. Siempre. Era eterna. El gato de la ventana, en cambio, era reemplazado cada cierto tiempo por otro.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Objetos parlantes

Si quieres que te diga la verdad, estoy esperando a escribir la historia del coleccionista de relojes, de la anciana del diván, la niña del desierto que aún busca la orilla, el ser que habita en la casa muerta, pero todas se ven ensombrecidas, anclados en mares de sombra, al instante en que asoma con arrogancia el YO que tanto me aniquila. Y es aquí que empieza este divagar que nunca termina y que ya amenaza con no darme descanso mientras siga en este juego de caras que se ocultan y palabras que sintetizan nombres con voz de lengua extraña, una perdición de lenguaje anarkogramatical. Sigo empeñada en mantener esta identidad que tantas desgracias me ocasiona, identidad que en su egoísmo ahoga a estos frutos que, si bien es cierto que germinan (henchidos de ilusiones malsanas, pero), no llegan a nacer más que en forma de sufrido aborto.  Estoy cansada de estas paredes-interrogante. Miro y leo a mi yo de ayer escribiendo en ellas "¿quién encontrará a Marie dentro de esta locura despedazada?" y demás frases lapidarias que me persiguen en mis noches sombrías, que no son pocas. El sinsentido y la abstracción son los pilares de mi refugio verbal. A ellos voy con mis fantasmas, atormentada como soy por culpa de mi naturaleza (humana) enfermiza, buscando el alivio que sólo una respuesta basada en la no-respuesta puede darme.

¿Y si me quedo sin texto, como ahora y otros tantos ahoras?

lunes, 18 de marzo de 2013

Este espacio que me separa y me define. Si no hay palabras, las imágenes mueren en el desconocimiento, y ni siquiera hay paso para el vacío (entiéndase: nunca hubo algo ocupándolo). Claro que habían cosas antes de las palabras, nunca estuve sola del todo. No me hacían falta: yo ya era yo sin necesidad del Otro, aunque el mundo no fuera capaz de aceptarlo.

lunes, 11 de marzo de 2013

La que murió sin canto me canta para que no pueda seguir su suerte. Gracias a ella puedo bailar esta noche, oír esta música y crujir los huesos, prisioneros, yo alivio del suspiro, la gota solitaria que se precipita al fondo. ¿Crees que hoy será el día destinado a nacer? Es una habitación si ventanas (también se olvidaron de la puerta) Quizás mañana se acuerden de abrirla. Ojalá mañana siga siendo mañana.

domingo, 10 de marzo de 2013

Es una playa sin mar, pero a ella no le importa. Por algún lugar ha de poder deambular esta joven que no sabe de sus pasos de huella vacía. Anoche parecía que el sol no volvería a salir jamás, y ella experimentó por un momento el fin de la luz y los días. Hay una repetición, un patrón en esta actitud de huida que tanto la caracteriza. Ella es un partir, y yo la que observa escondida detrás de la ventana su marcha, triste y callada. No es la primera vez que la veo así. Muchas veces más nos hemos encontrado, pero ella no me recuerda. Me presento con diferentes nombres, con la esperanza de encontrar el adecuado: aquel que espera, aquel que busca en su travesía errante impulsada por el eco del canto de la madre. Su madre le cantaba sin letra siendo ella niña sin recuerdo. Alguien la depositó en el suelo, con ternura, hace mucho tiempo atrás. Desde entonces, el silencio empezó a hablarle, quisiendo ella acallarlo y seguir el susurro de su madre que desaparecía (o quizás nunca había existido). ¿Dónde ir? "Nunca me habló de ti". No pude acogerla ni llorar por ello: por ella. Hay sed en esta tierra fragmentada; sed en sus pasos. Es imposible ir en busca del olvido, pequeña, pero no seré yo quien te lo recuerde. La ausencia del mar lo llena todo, y todo es este saludo al vacío, este gesto que muere. La playa que se hizo desierto; eterna fluctuación de un perfil temeroso. Alguien sabrá el qué y por, yo no lo sé, yo no puedo acompañarla por haber querido desatar su tan bien armado interrogante.

miércoles, 6 de marzo de 2013

a mí:

olvídate de recordar
olvídate de buscar
busca lo descubierto
e ignora lo oculto
pero por favor
déjame ir
déjame huir

martes, 5 de marzo de 2013

Mi único consuelo es saber
que nada quedará de nosotros
que nunca habremos existido
la niña-amapola no habrá florecido
Y yo no habré sido más que un
espasmo
en el cuerpo del que duerme
la inconsciencia

sábado, 23 de febrero de 2013

Algún día la encontraré tras una esquina esperando solitaria la llegada de aquél. No se detiene interiormente, aunque apenas camine ni hable. No deshace las maletas, siempre preparada para la partida. Sus ojos ausentes viajan por los secretos del imaginario.

Qué pequeña se la ve en la acera.

viernes, 22 de febrero de 2013

Caminé

Pero sigue en mí el perfil
de la niña que espera
el regreso de aquél
que se sentó a esperarla

miércoles, 20 de febrero de 2013

Y aquel muchacho con los pantalones desgastados por el bordillo de tanta tierra recorrida; aquella sonrisa que tan bien escondia tras la boca torcida al muchacho cuando niño: ojos soñantes de mil noches en día. Y el gesto derramándose en lenta despedida del rostro.

martes, 19 de febrero de 2013

Sin-Fin

Ella es mi ausencia
mi vacío 
"...y yo 
la nada que 
nada en ti..."

domingo, 17 de febrero de 2013

A los días que nacieron muertos

¿Quién?
¿Quién llorará tan tímida pérdida?
¿Quién trazará la línea negra del ayer nunca consumado?
¿Quién enmarcará la ruptura en discontinua memoria?
¿Quién buscará al quién si nada quedó de lo que nunca pudo ser?

lunes, 11 de febrero de 2013

Me siento morir. Esto es vivir, pienso. Esto es vivir, me engaño. Ahogarse en la leve comprensión de quien conoce lo que no querría; buscar el gritar, sangrar. Y las gotas en la ventana, las luces en la carretera, la radio ignorada. La máquina ronronea mientras pienso en los muertos y saludo entornando los ojos.
¿Cómo hablarme sin sombras?
¿Cómo llamar a aquello sin nombre?

sábado, 9 de febrero de 2013

¿Conoces esta sensación de ser vida de otros?
No comprendo que fue lo que me hizo levantar la mano al alto techo, tanto más vacío en su altura; no comprendo que me hizo cantar frases arrastrándose por la alfombra de la galería. Este lugar no es mío; en mí solo pertenece el Otro que se llama a sí mismo a partir de mis gestos, mi voz. Incluso bailé la danza de los impulsos, compulsionándome en la pérdida de razón: recta trazada que yo curvo una y otra vez por vicio al no. 
¿Por qué se me nubla la mente hasta el punto de ser espectador de mi misma? ¿Por qué tan solo alcanzo la nitidez de mi visión en la práctica del morir? Nunca abandoné al sueño, nunca hubo sueño, nunca hubo quien lo soñara. En cada paso se aleja la cercanía.

jueves, 7 de febrero de 2013

Todo era imagen

Una esfera fantasma, falta de materia. El giro la ata a la permanencia del espacio en blanco, hoja que grita silencios. Caen los puntos que formaban a la línea; caen y transforman rupturas en réplicas duales. Dos ya pueden no poder. Y es ahí cuando surge el pestañear de una figura triste de ser silueta en la ventana, en el cristal donde llueven días cansados de sucederse.

martes, 29 de enero de 2013

La respiración del que finge el sueño

domingo, 20 de enero de 2013

Entre paréntesis o interrogantes construyo habitaciones donde seguir manteniendo el engaño infantil del que cree en la espera. Esta espera no es mía; espero la espera de otra persona que se cansó de dormir. Ensayo el final y acrecento mis tormentos, lluvia fría y gris. Hago mucho para hacer ver que siento. Pero el vaso cayó, y yo dejé de tener algo más por romper.

jueves, 17 de enero de 2013

Introspección azul.

miércoles, 16 de enero de 2013

Estaticidad móvil

Habitación sin muebles. Luz tenue. Dos figuras de negro una a cada lado del escenario dándose la espalda mutuamente.

N1-(quieto)¿A dónde voy?
N2-¿Donde estás?
N1-Aquí.
N2-Yo también.
N1-No te veo; no te siento (extiende las manos) Acércate.
N2- (contrae el cuerpo con gesto de terror) ¡No me busques! ¡No me llames! No tengo a qué responder, no tengo a qué volver. (extendiendo la mano al vacío) ¡Vete! ¡No voy a compartir mi soledad! (se estira sentado en el suelo, con la cabeza entre las piernas)
N1-(se estira hacía atras, arqueando lentamente la espalda) ¿A donde querías ir antes de estar aquí? Aquí fue en su momento un querer ir. No recuerdo haber caminado; no recuerdo.
N2-¡Oh, cállate!
N1-¿No quieres saber? No puedo dar un solo paso y no guardo memoría de haberlo hecho alguna vez siquiera.
N2-Querría saber si tuviera como tú la promesa de un olvidar, olvidarlo todo. Pero estoy maldito.
N1-(Sorprendido) ¿Maldito?
N2- (Se contorsiona, llora, gime) No puedo escapar, no puedo huir. Nada olvido y todo pesa y me empuja hasta las profundidades más inhóspitas del subsuelo... tengo miedo a que la tierra decida enterrarme. (se tapa los oídos y grita) ¡Tantas, tantas ramificaciones de tantas, tantas cosas! ¡No hay totalidad! ¡No hay salvación!
N1-Pues yo quisiera moverme. Arriba debe haber un hay sin negación. No comprendo... necesito llegar (alarga brazos arriba) Ahí debería haber un hay sin negación al que pudiera señalar y tú podrías ver también lo mismo que yo veo (señala con además triste) Así muere un gesto.
N2-No lo entiendes. No existe el consuelo, la Nada nació muerta pero nosotros quisimos darle vida.
N1-Sí, así es.

N2 susurra entre espasmos violentos. Se estira del cabello, grita, llora hasta quedar exhausto. Gime en silencio con la cara en el suelo.

N1-Nunca he abandonado este lugar, pero alguna vez debí abandonar otro para llegar a aquí. (va arqueando la espalda hasta caer al suelo con violencia. Alarga la mano arriba) Iré... (Cae la mano muerta)

jueves, 10 de enero de 2013


-¿Quién eres?
-Alicia.
-Encantado de conocerte, Alicia.
-(ríe) ¿Subes al columpio? ¡Hagamos una competición a ver quién llega más alto!
-(sube al lado) Se te da mucho mejor a ti.
-Es que suelo venir a menudo a este parque, sobretodo por esta hora de la tarde, cuando está todo tan tranquilo y silencioso. ¡Así puedo entrenarme mejor al columpio! (ríe infantilmente)
-¿Siempre vienes sola?
-Sí.
-¿Nunca te acompaña ningún amigo o familiar?
-(seria) Ellos no lo entienden, aunque a veces lo intentan. (recupera la sonrisa) ¡Seguro que cuando vean lo alto que puedo columpiarme se sentirán orgullosos de que me llame Alicia!
-Yo quiero entenderte, Alicia.
-(se para y mira sus zapatos) Aunque quieras hay demasiados espejos. ¿Qué es lo que ves, el reflejo de quién mira o el que mira al reflejo? (juega con la arena)
-Te veo a ti, que eres tanto uno como lo otro.
-Yo solo soy Alicia, nada más. Me gusta ir al parque a jugar a los columpios y reír (ríe)
-(susurra algo incomprensible) 
-¡Uy! Empieza a ser muy tarde, ya casi es noche cerrada. (abre la palma de la mano como si fuera a llover) Disculpa, he de ir a casa a cenar. ¡Ojalá haya pastel de la abuelita de postre! (salta del columpio) ¡Adiós! (baila dando saltos y giros)

Él se queda solo en el parque sentado en el columpio. Mira completamente inmóvil en la dirección hacía donde ha ido ella. La noche se le cae encima, oscureciéndolo todo.

-(antes de irse la luz) Tan dulce y cruel... (oscuridad)

miércoles, 9 de enero de 2013

En un susurro, que no suspiro; en un susurro desapareceré. Pero no debes llorar por mí. Simplemente yo no soy de este mundo ni de ningún otro. No tengo un saber volver, nadie me espera ni yo espero a un nadie que nunca vendrá. No hay dios en la tierra que debí habitar. Mi paso está torcido; no puedo seguir a la línea. En realidad, nunca quise seguirla. Debería dejar de llenar el vacío hablando de él, ¿verdad?

martes, 8 de enero de 2013

sábado, 5 de enero de 2013

Donde la ausencia me atrape; ahí estaré yo,
esperando a la espera,
añorando eternamente a la muerte.

                     Balanceo; adiós flor.
 Balanceo; adiós pájaro.
                     Balanceo; adiós. Solo adiós.

viernes, 4 de enero de 2013

La funambulista

El mundo es grotesco a percepción en la lejanía marcada por la cuerda atada de un extremo a otro de la carpa. La profundidad que espera debajo de la línea destruye creencias y la vida remota de los tiempos del ayer, mas el mañana enmudece ante la amenazante posibilidad de la caída que cae en la cruel tentación destructora que el poder al fin otorga. El baile del equilibro es provocador, ella lo sabe, pero sus pies siguen firmes en el límite; desafiándolo.
¡Es tan grande esta presencia absuelta de todo perdón!