viernes, 25 de noviembre de 2011
La bailarina danza dando vueltas y más vueltas, sin nunca parar. Todo lo que le rodea, el mundo que envuelve su ser, no puede ser visto ante su mirada huidiza mas que en forma de imagen borrosa. No conoce el olor de la tierra húmeda, ni el suave tacto de los pétalos; desconoce las arrugas de los árboles y las figuras con que las nubes decoran los cielos. Pero no siente pena alguna, porque no puede. Ella no es más que movimiento continuo; vida sin consciencia. Carece de nombre con el que poder proclamar una identidad propia. Danza, gira, dando vueltas y más vueltas. El resto: pena, alegría, sorpresa, encanto, deseo, frustración, envidia, egoísmo, arrepentimiento, perdón; todo lo demás, nace en el interior de quién observa su baile eterno, buscándole con cierta inquietud un sentido a tal existencia.
Poema infantil
Mundos de papel
deseaban del cielo
gotas de colores
ver llover.
Y morir pintados,
ahogados en mar
que guarde
y cuente
en susurro
y aliento
las palabras
frágiles
y aún así poderosas
aún así hirientes
y luminosas,
cálidas.
El más valioso tesoro
que en las aguas se esconde.
deseaban del cielo
gotas de colores
ver llover.
Y morir pintados,
ahogados en mar
que guarde
y cuente
en susurro
y aliento
las palabras
frágiles
y aún así poderosas
aún así hirientes
y luminosas,
cálidas.
El más valioso tesoro
que en las aguas se esconde.
lunes, 21 de noviembre de 2011
martes, 15 de noviembre de 2011
Tarde de domingo
Suspiro etéreo
Desaparezco
Tras el paso de lenguas
Lamiendo mi contornoSaboreando
El azúcar de mi piel
Tiemblo
Al tacto de manos desconocidas
Palpando huesos intentando
Escapar
De su envoltorio
Contraigo
Los ojos para sumirme en
El refugio de la pérdida del ser
Marchito
En el interior de mi pecho
Abrazo
El olvido camino al lecho
De sábanas manchadas de rojo
Abortado
De mentiras hirientes
Sangro y muero en silencio
Convertida en suspiro etéreo
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